Estrés por fatiga laboral

Para todos los seres humanos, la salud debería ser lo más importante de la vida, ya que sin ella simplemente no podemos vivir.

Sin embargo, es muy notable como todos para lograr nuestras metas somos capaces de llevarnos al límite. Durmiendo poco, comiendo a deshoras, comiendo cualquier cosa en la calle o al frente de la computadora e incluso bebiendo alcohol.

Al principio no vemos consecuencias de estas mal pasadas, pero en el momento en que baja la presión laboral, comienzan los llamados “achaques” como son: dolores en la espalada, gastritis, colitis, dolores de cabeza, etc.

Estas dolencias inmediatamente acaban con la calidad de vida de quién lo padece. Si no lo has notado dime ¿Cómo te va cuando tienes agruras? La sensación es simplemente insoportable, lo cual, te lleva sin duda, a tomar medicamentos.

Si vives en la Ciudad de México, imagino que has notado que en una misma calle puedes encontrar 3 farmacias diferentes y que además, hay muchas más farmacias que áreas verdes.

El año pasado (2017) la Organización Mundial de la Salud (OMS), publicó un informe donde decía que los mexicanos eran las personas más estresadas del mundo. Donde el 75% de los trabajadores sufren de fatiga por estrés laboral (ya ves porque las farmacias son buen negocio) . Lo cual causa un enorme desequilibrio en el SER. Las personas en lugar de atender la afección, se medican más y más, empeorando su condición.

Además de los efectos físicos de este tipo de estrés, encontramos los efectos psicológicos que son muy parecidos a la depresión clínica: desmotivación, agotamiento, falta de energía y menor rendimiento.

La fatiga por estrés laboral, tiene su causa de acuerdo a la OMS en las exigencias y presiones que supone el trabajo, además a las capacidades y conocimientos del trabajador. Aunado a la pésima gestión que tienen los directivos.

No podemos cambiar las circunstancias de nuestro trabajo (ni a los directivos) pero si podemos cambiar la manera en que lidiamos con la situación.

Podemos adoptar una nueva visión para enfrentarnos con las exigencias y presiones del día a día. A continuación te dejo 6 sugerencias:

  1. Organízate. Haz una lista de todas las actividades que tienes que hacer en el día. Ahora identifica las que son prioridad y enlístalas por orden de importancia y fecha. Luego identifica cuales son las que dependen únicamente de ti.
  2. Pide ayuda. Si dentro de tus pendientes tienes actividades que dependen de otras personas, habla con el encargado y pide ayuda. Hace muchos años tuve un jefe que me decía, si nadie te pela tu sigue insistiendo, hay cosas en las que no te puedes rendir y menos si la calidad de tu trabajo depende de ello. Conviértete en su peor pesadilla. No me gané el apodo de intensa solo por mi linda cara 🙂
  3. Muévete. En casi todas mis publicaciones sobre equilibrio hablo sobre la importancia de moverse, así sea al lado de tu escritorio, estira tus piernas, párate haz 10 sentadillas y vuelve a sentarte. Nuestro cuerpo no está hecho para estar inmóvil. Camina, sube y baja escaleras, dale una vuelta a la manzana.
  4. Aliméntate sanamente. En mi mundo ideal lo procesado ya no existe y todos comemos lo más cerca de la tierra (sisisisi sé que estoy siendo radical) pero busca alimentos hechos con la menor grasa posible, bebe agua natural. Come frutas y verduras. Una comida balanceada está compuesta por: proteína, carbohidratos simples, y vegetales cocidos o crudos. Una buena comida podría ser: pechuga de pollo o bistek o pescado o pierna a la plancha con arroz, frijoles y ensalada o verduras al vapor. Recuerda cuidar tus porciones.
  5. Date tiempo para ti. Regálate tiempo para estar con tus amigos y tu pareja. Deja el trabajo donde debe estar. Haz algo de gusto personal por lo menos una vez al día. La vida pasa en un segundo, eso te lo puede decir el sobreviviente de cualquier tragedia natural. Disfruta la vida que tienes ahora, mañana realmente no existe.
  6. Desconéctate de la tecnología. Este último punto va de la mano con el punto anterior. La vida se vive en presente, deja el celular a un lado, entrégate a la experiencia del momento presente. Disfruta los sonidos de la calle, de la lluvia, del viento, del vecino… pon atención a lo que pasa en tu entorno y convive con humanos que estén cerca de ti.

¿Crees que sea posible bajar el estrés con estas sugerencias? Cómo siempre lo mejor pasa después del post, déjame tu comentario y busquemos formas creativas para dejar de ser una estadística tan alarmante.

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