Por January Agostini.
Vivimos en una época donde la gratificación inmediata está a la orden del día, lo cual ha causado obsesión por resultados “inmediatos”.
Esto se debe a la influencia del Internet y las redes sociales ya que ofrecen inmediatez a mucha información. Pero la información no funciona igual a los procesos físicos de nuestro cuerpo, por lo tanto hay que recordar que aunque queramos resultados rápidos, nuestro cuerpo tiene sus propios procesos que se ejecutan en sus tiempos perfectos.
Por lo tanto, cabe destacar que no existe máquina más perfecta que el cuerpo humano. El cual sabe qué, cómo y cuándo hacer lo que tiene que hacer para mantenernos sanos y funcionando sin la intervención de nada ni de nadie. Pero necesita que nuestros hábitos estén en concordancia, para que sus procesos sean perfectos.
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Hoy en día pareciera que muchos no saben que nuestra actitud ante la vida y sus experiencias se construye sobre nuestros pensamientos, emociones y acciones. Por lo tanto, nuestra actitud es directamente responsable de nuestra salud y bienestar.
Por eso cuando escucho hablar de dietas relámpago, tratamientos mágicos y otros métodos milagro para la eterna juventud, hago corto circuito.
Si prestamos atención a como nos sentimos y actuamos en concordancia con lo que nuestro cuerpo necesita podemos tener una extraordinaria salud, podemos generar bienestar para nosotros mismos y tener una belleza inigualable, la cual no está relacionada con el físico, sino con lo que proyectamos desde nuestro interior.
Cuando nos sentimos enfermos y estresados se nota en nuestra apariencia física. De igual forma, si nos sentimos bien, nos vemos bien por fuera.
Nuestro cuerpo no funciona separado a nuestras emociones, sencillamente no es posible. Por eso cuando piensas y actúas de forma negativa tu cuerpo absorbe esos sentimientos que no puede digerir y termina somatizándolos.
Estamos entrando a la era de la conciencia. Momento en que las personas tendrán que empezar a mirarse a sí mismos y dejar de mirar hacia afuera buscando las soluciones a sus problemas.
Cumplir años es obligatorio, envejecer es opcional.
No hay formas rápidas para verte sensacional el resto de tu vida. Necesitas crear hábitos que pongas en práctica todos los días. Estos hábitos se deben construir integrando tu forma de pensar, de hablar, de verte, de comer y de sentir.
No es una dieta de 30 días o un plan de ejercicios de 4 semanas para glúteos perfectos. Son hábitos que debes poner en práctica todos los días por lo menos un 85% de las veces para empezar. Y con eso el bienestar, la salud y la belleza serán parte de ti el resto de tu vida.
Los hábitos a implementar son sencillos, pero para que un hábito se cree en tu subconsciente deberás decidir ponerlos en práctica de manera consciente todos los días.
Veamos entonces, cuáles son esos 5 hábitos que nos ayudan a mantener nuestra salud y bienestar a largo plazo.
5 HÁBITOS PARA MANTENER NUESTRA SALUD Y BIENESTAR A LARGO PLAZO
Como mencioné anteriormente, el cuerpo es nuestro vehículo. Mientras estemos vivos necesitamos que funcione a la perfección. Conformarnos con menos es vivir a medias y desperdiciar nuestra vida.
Nuestro cuerpo debe ser nutrido, hidratado y ejercitado todos los días. De acuerdo a nuestras posibilidades.
Por eso, es importante que implementemos una serie de hábitos saludables en nuestra vida cotidiana.
1. Nutrición
Selecciona alimentos lo menos procesados posible. Mientras más natural mejor.
Los alimentos nos dan los micro y macro nutrientes necesarios para nuestro cuerpo, si no los consumimos regularmente en la comida podemos desbalancearnos, engordar y estar mal nutridos. Muchas personas se suplementan para compensar las deficiencias alimenticias, si este es tu caso comienza poco a poco a agregar alimentos sanos a tus comidas diarias. Por ejemplo agrega:
- una fruta a cada comida,
- una porción de carbohidratos complejos (como son papa, camote, yuca, quinoa, arroz) en por lo menos 2 comidas al día
- una porción de vegetales a cada comida; y
- una porción de proteína en cada comida.
Come lento y sin distracciones, es decir, deja tu celular en otro lugar mientras comes y no comas mientras manejas. Esto ayudará a tu sistema digestivo a hacer su labor, además de que te ayudará a darte cuenta de cuando estés satisfecho/a.
Aprende a reconocer cuando tengas hambre y come por lo menos tres veces al día siguiendo las indicaciones anteriores. Es importante que comas la porción adecuada para ti.
Evita bebidas alcohólicas, saltarte comidas, comer de más o comer de menos. Cuando tus emociones estén desbordadas, no comas, reconoce como te sientes y determina si es hambre realmente o si solo son tus emociones.
2. Hidratación
Toma de 2 a 3 litros de agua al día. Si estás en tu peso normal o por debajo del peso toma 2 litros y si tienes sobrepeso toma 3 litros. Tu cuerpo es más de 60% agua, por eso necesita mantenerse hidratado para funcionar adecuadamente. Los refrescos o cualquier bebida azucarada quizás te quitan la sed pero no le hacen bien a tu organismo. Evítalos.
Si haces ejercicio de alta intensidad es importante que te hidrates con electrolitos, si no es tu caso mantente tomando agua natural y consume los electrolitos solo si sudas muchísimo o si pierdes mucha agua a través del vómito o diarrea.
3. Ejercicio
El cuerpo humano está hecho para moverse, no para ser sedentario. Haz ejercicio una vez al día. Si puedes hacer pesas mejor, porque nuestro cuerpo pierde cada 10 años aproximadamente 2% o más de músculo.
El músculo es necesario para la estabilidad de nuestro cuerpo, sin músculo no podemos permanecer erguidos y no tenemos fuerza ni equilibrio.
Sin embargo, lo más importante es que te muevas. Lo ideal es que después de cada dos horas sin movimiento te levantes y des una vuelta caminando por el lugar donde te encuentras. Esto no solo te hará moverte sino que sirve para despejar la mente.
“La clave es moverse”
4. Cuida tu piel
La piel es el órgano más grande del cuerpo humano y es lo primero que ven los demás, cuidar de ella es indispensable para sentirnos y vernos bien.
La buena alimentación influye directamente en la apariencia de nuestra piel, pero también el descanso. Es muy importante que aprendas a descansar. Duerme 8 horas al día. Si tienes mucha actividad toma una siesta de 15 o 20 minutos en la tarde. Crea un ritual para antes de dormir. No uses el celular en la cama, mejor lee un libro o mira fotos de una revista o libro.
Adicionalmente, usa productos con la menor cantidad posible de químicos. Ten una rutina diaria para el cuidado de tu piel. Atiéndete, no es vanidad es una forma de expresar amor por ti mismo/a.
Si realmente quieres consentirte, te presento los productos Neora, una marca estadounidense desarrollada en laboratorios con biotecnología y productos naturales que ayudan a disminuir los signos del envejecimiento, como son: la falta de elasticidad en la piel, las arrugas y el desgaste de las neuronas. La misión de Neora es hacer mejores personas. ¿Quieres más información? Envíame un correo a jany@janyagostini.com
5. Cuida tu cabello y uñas
El cabello y las uñas son reflejo de cómo nos cuidamos y son considerados importantes para la belleza. Si nos alimentamos sanamente y nos mantenemos bien hidratados nuestro cabello se verá sano, fuerte y brillante. De igual forma, nuestras uñas estarán fuertes y sanas.
A veces la alimentación no es suficiente para ver estos cambios en nuestro cabello y uñas, en ese caso, debemos revisar si tenemos alguna deficiencia de vitaminas y minerales, para luego suplementarnos.
Las células de nuestro cabello se alimentan de Vitamina B7, C y Zinc y las uñas podrían partirse por tener exceso de selenio. Pero ojo, antes de suplementarte consulta con un especialista. Cada persona es diferente.
Cuidar de nosotros es una forma de expresar lo mucho que nos valoramos a nosotros mismos, poner estos hábitos en práctica mejorará no solo la calidad de nuestra vida, sino también nuestra apariencia física.
Como siempre no me creas a mí, vive la experiencia y cuéntame como te va.
