Pelando la Cebolla de Nuestro Ser

¡Qué complicadas son las mujeres! Normalmente escuchamos las mujeres y ¡qué básicos son los hombres!, normalmente escuchan los hombres; mi conclusión es que tanto mujeres como hombres somos complicados sin distinción de género. Y esto se debe a que cada quién ha sido configurado de acuerdo a las circunstancias de su vida. ¡Claro que es complicado convivir!, si cada cabeza es un universo completo único e irrepetible, y para poder convivir tenemos que ponernos de acuerdo y todos tenemos la “razón”, tiene que ser complicado…

Sin embargo, podemos aprender a convivir en armonía. Yo particularmente pienso que si nosotros los seres humanos aprendiéramos el maravilloso arte de la convivencia, el 99% de los problemas de la humanidad desaparecerían. La cuestión es que son pocas las personas que desean hacer el trabajo que implica.

Para comenzar, es importante pelar la cebolla de nuestro ser. Este trabajo es individual y nos tomará toda la vida, pero mientras más nos conozcamos a nosotros mismos, más sencillo será convivir con los demás y lograr las metas que nos propongamos.

El primer paso es comprender como funciona nuestra estructura humana. Muchos autores explican esto desde la perspectiva psicológica o fisiológica, yo lo comprendo así: Tenemos dos mentes la racional y la emocional. La racional es donde todos los conceptos se almacenan, la emocional es reactiva y se activa por nuestros sentimientos; los cuales se configuran de acuerdo al significado que le damos a las experiencias de nuestra vida. Además de las mentes, tenemos las funciones fisiológicas de nuestro cuerpo humano.

Funciones fisiológicas básicas que conocemos como: hambre, sueño, digestión, sistema nervioso, circulatorio, etc. Y por supuesto, el deseo sexual. Algunos piensan que esto es mental, pero la verdad es que nuestro instinto sexual es parte de las funciones básicas de nuestro cuerpo, por lo que ignorarlo y/o dejarlo de lado, es ignorar y dejar de lado una parte de lo que somos.

Es importante que nos veamos como un sistema orgánico que trabaja como una orquesta sinfónica  y comprender que el cuerpo no puede pensar por sí solo, el cuerpo hace lo que la mente le dice, independientemente de las funciones básicas que hace de manera natural. Sin embargo, la mente puede enviar información al cuerpo haciendo que este sabotee su funcionamiento básico.

El trabajo de conocernos a nosotros mismos, comienza comprendiendo que somos un todo interconectado, interdependiente que necesita orden, estructura y coordinación.

Esto parece sencillo y quizás es hasta obvio, pero la mayoría de las personas lo dan por sentado y jamás lo consideran en su vida cotidiana. Ignorar nuestra estructura hace que tengamos problemas y a veces nos damos cuenta cuando ya es demasiado tarde y estamos enfermos y jodidos.

He escuchado a personas decir: si tengo un cuerpo este debe funcionar; mis emociones no son importantes porque normalmente me meten en problemas;  yo se resolver los problemas que se me presentan, yo puedo solo/a.

No dudo de la capacidad de las personas de resolver los problemas a los que se enfrentan, pero pienso que si le dedicáramos el tiempo necesario a conocernos a nosotros mismos antes de embarcarnos en cualquier aventura, podemos evitar mucho sufrimiento y comenzar a vivir en armonía con nuestro entorno y principalmente con nosotros mismos.

Hasta la Próxima

Jany

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